Dejamos con pena Valdez, ha merecido la pena conocer este
puerto natural y sus alrededores. Salimos hacia Anchorage.
El valle del rio Matanuska fue de los primeros asentamientos donde
se establecieron familias venidas de los
estados del sur, cuando los americanos compraron Alaska a los rusos.
Este rio nace del deshilo del glaciar del mismo nombre.
La carretera bordea las montañas Chugach.
Aunque estamos a primeros de agosto y hoy, después de muchos
días ha salido el sol, la temperatura es fresca y solo los niños nativos se
atreven a meter los pies en el agua.
Cerca de Palmer, junto al rio Matanuska, encontramos un bonito
lugar para pasar la noche.
En Alaska es más difícil ver animales salvajes que en Canadá
porque la caza es un medio de subsistencia. Sin embargo pueden aparecer en los
sitios más insospechados, como este pobre alce atrapado en la valla de la
autopista de entrada a Anchorage.
Nos instalamos en el camping del Parque Centenario.
Y utilizamos las bicicletas para visitar la ciudad.
Anchorage es la ciudad más poblada de Alaska (la mitad de los
750.000 de sus habitantes viven aquí), por esto se la confunde con la capital que
es Juneau.
La oficina de información, en una antigua cabaña de madera, está
decorada como toda la ciudad con flores.
Las avionetas son el medio de transporte más utilizado. El
lago Hood, al oeste de la ciudad es la pista de aterrizaje y despegue de miles
de avionetas.
De Anchorage continuamos por la Seward Highway hacia la
península de Kenai.
En una parada de la carretera coincidimos con una pareja de
Toledo, Ines y Amalio, que con una caravana están recorriendo América de norte
a sur en su año sabático.
Nos desviamos por la carretera del glaciar Portage y hacemos
el sendero del Blue Ice que recorre varios lagos.
En el rio Portage los salmones están llegando a su destino.
La nueva aplicación “Ioverlander” nos ayuda a encontrar
lugares de acampada libre y salvaje, como en este caso junto a un lago.
Allí coincidimos con dos parejas de argentinos que están
haciendo el recorrido desde Alaska a Argentina.
La península de Kenai concentra numerosos glaciares.
Siguiendo la carretera hacia Whittier se encuentra el glaciar
Byron.
Un sendero junto al rio nos lleva a los bloques de hielo
próximos a la lengua del glaciar.
Donde nace el arroyo Byron.
Volvemos a Seward Highway, que ahora bordea el rio Kenai.
Vamos a recorrer el rio Russian porque queremos ver osos.
Entre los meses de julio y agosto los salmones remontan los ríos para desovar,
por lo que hay mucha pesca que los atrae.
No tuvimos la suerte de ver ninguno, solo muchos pescadores
disfrutando de la abundante pesca.
Es increíble el esfuerzo de estos peces salvando innumerables
obstáculos para llegar al lugar que los vio nacer.
Aunque Alaska nos evoque espacios abiertos y salvajes, muy
pocas veces se puede disfrutar de ellos. Como este magnífico lugar a orillas
del lago Lower Trail, pegado a la carretera y a las vías del tren.
Desde aquí sale una senda que a través del bosque nos lleva hasta
el lago Vagt.
Los paisajes en la península de Kenai son de una gran belleza.
Continuando hacia Seward nos desviamos para ver el glaciar
Exit.
Es sorprendente ver el retroceso del glaciar debido al cambio
climático.
Pero lo que más nos ha sorprendido de Alaska es la enorme
cantidad de turistas, auto caravanas, autobuses………….que abarrotan todas las
atracciones turísticas.
Nuestro espíritu rebelde nos lleva algunas veces a trasgredir
las normas de acampada buscando la soledad y la grandeza de la soñada Alaska.
Unos 200 km al sur de Anchorage se encuentra la pequeña ciudad
de Seward de 2700 habitantes, que con sus 100 años es una de las comunidades
más antiguas.
Asentada en las orillas de la Bahía Resurrección, vive del
turismo y la pesca.
Mapas del recorrido.
Filopensamientos y otras cosas……………….
En las matriculas de los coches de Alaska se lee: The last
frontier (La última frontera) y con esa ilusión veníamos a esta tierra que soñábamos
indómita, salvaje y desértica.
Solo 750.000 personas viven en este vasto territorio que es
más de tres veces España.
Pensábamos que íbamos a encontrar algo parecido a lo que
significó para nosotros Namibia en África o Mongolia en Asia.
Pero la realidad ha sido bien distinta, encontramos poco más
de cuatro carreteras que apenas cubren un 20% del territorio.
Los parques naturales no tienen acceso para adentrarse en
ellos.
Y una turba de turistas
americanos y canadienses, con sus grandes caravanas, abarrota las carreteras y
los lugares señalados de interés turístico.
Poco queda para el
viajero que sueña con descubrir un país a su aire y a su libre albedrio.
Aquí todo está pensado para llevar al turista en avioneta, en
barco, en tren…a ver esto o aquello o proponerle seudo aventuras de rafting, tirolinas..…,
donde hacerse la foto de recuerdo de su estancia en Alaska, aunque en realidad
no se entero de donde estuvo.
Ánimo y seguid asi
ResponderEliminarBuenas pareja,
ResponderEliminarla verdad es que a veces nos imaginamos territorios que tan solo por su nombre nos suenan inexplorados.
Me alegro de que nos hayáis contado la realidad de aquellos parajes donde, incluso para el viajero que tiene tiempo como vosotros, es dificil internarse en la naturaleza salvaje. No digamos nada para el turista que llega en la autocaravana "extensible".
No obstante, como soñar en internet no cuesta, ya me he puesto a mirar en la página de "greatalaskanholidays" y menudos bicharracos tienen (y si los reservas con antelación te cuestan poco mas de 200 euros al día).
Actualmente mi plan de viajes para el 2018, después de un 2017 pletórico (Tromso y Lofotén, Portugal, Kirguistán, India y Marruecos, es mucho mas modesto y tengo que conformarme en lugares cercanos (Irlanda en furgoneta y otras escapadas por España) para, en unos pocos añitos tratar de emularos.
Ya hablaremos....soy todo oidos para esto del overland !!!!
Buena ruta y bonitos paisajes !!!!