Otro magnifico lugar donde su belleza es incrementada por unas impresionantes olas que se crean cuando la mar de fondo es frenada por una playa poco profunda.
Desde nuestro campamento en los paseos por la tarde cuando el sol va perdiendo su fuerza conocemos los poblados de los alrededores.
Aquí los pescadores después de una delicada maniobra entran por un canal a la laguna interior para guarecerse del fuerte oleaje.
Hacia el otro lado la playa nos llevaba hasta este cabo.
Continuando la costa llegamos a la población de Elmina donde se yergue el castillo de San Jorge, construido en 1482 por los portugueses aunque el edificio actual se debe a los holandeses que lo reconstruyeron en 1665.
A sus pies se asienta el casco antiguo de la población con el puerto de pescadores más bullicioso, sucio, ruidoso y maloliente de los conocidos hasta ahora.
Una barrera de arena protege la entrada al puerto natural en la ribera del rio y un puente comunica la ciudad.
La ubicación del campo de golf de Takoradi junto al mar no nos dejo opción. Los greenes eran de ceniza.
En Senya Beraku muy próximos a Accra buscamos nuestro último campamento antes de llegar a la gran ciudad.
Paseando por la playa de nuevo encontramos otros buscadores de oro. En una pequeña canaleta donde ponen unas toallas, lavan la arena con agua de mar y las particulas de oro que son mas pesadas se depositan en la misma.
Lo más sorprendente de la improvisada mina es que conseguían oro.
Después visitamos el poblado de pescadores, otro balamio difícil de explicar.
Los barcos llevan banderas de distintas naciones. Los pescadores nos contaron que emigraron a otros países donde consiguieron el dinero para comprar el barco y ahora en agradecimiento ondean su bandera.
Menos mal que siempre queda un ángulo donde enfocar la cámara y mostrar el lado más bucólico.
Como teníamos noticias de que el visado de Angola no nos lo iban a dar y conociendo la dificultad del cruce de Nigeria, pensamos la opción de cruzar en barco hasta Namibia. Nos fuimos a Tema, principal puerto de Ghana, para ver con las navieras las posibilidades. Cinco días rodeados de cientos de camiones que esperaban embarcar a distintos puntos de África. Al final conseguimos unos presupuestos tan disparatados (4000, 9600 y 17.000 $) que decidimos ir a la embajada de Nigeria para ver si conseguíamos el visado.
Accra es una ciudad africana de dos millones de habitantes, pero gracias al GPS con el waypoint de la embajada, llegamos directamente. Con un montón de fotocopias de todos los documentos y unos cuantos dólares (312$) conseguimos el visado.
Solo dormimos una noche en Accra y al día siguiente salimos hacia la región del Lago Volta, donde de nuevo nos reencontramos con la naturaleza.
En la ribera del lago en el poblado Yemeni pasamos unos días con los pescadores. Para nosotros las aguas de los ríos y lagos están prohibidas para el baño ya que existe el problema de la bilharzia, unos diminutos gusanos que se meten en la piel criando después dentro de ella.
Lo más curioso es la forma en la que elaboran la carnada o grumeje, es una especie de harina cocida en una gran olla a la orilla del lago.
Ultimo recorrido en Ghana
Filopensamientos y otras cosas……………..
Llevamos mes y medio comiendo esa masa blancuzca y dulzona, con forma de ladrillo, que es el pan de molde ingles elaborado a la africana, que hasta el aceite de oliva se desperdicia en sus tostadas.
Como se nos hace la boca agua recordando esas barras de pan moreno o del campo o las chapatas o esos pitos tostaditos y crujientes, por no decir las regañas, piquitos y rosquillas……..porque de las roscas con la ensaladilla y su anchoa de nuestras queridas marineras ya ni hablamos……
Cuanto echamos de menos el horno de nuestros amigos Félix y Juani.