viernes, 30 de agosto de 2019

Colombia, yacimientos precolombinos.



Después de una interesante y agradable estancia en Silvia nos dirigimos hacia el Parque nacional Arqueológico de Tierradentro. La carretera hasta Totoró, como ocurre en casi todas las secundarias, transcurre por tramos de tierra y asfalto.










Desde aquí hasta San Andrés de Pisambalá, la carretera se eleva pasando por altos páramos, lo que se conoce por el bosque alto andino, que permanece casi siempre cubierto de niebla.







Estas tierras altas que rondan los 4.000 metros han sido el refugio de muchas especies animales. Ahora con la sobreexplotación de los terrenos algunos están en peligro de extinción como el cóndor andino, el tapir de montaña, el oso de anteojos, los venados y el puma, entre otros.







Circulábamos por una excelente carretera y de pronto por unas avalanchas y obras se convierte en un barrizal estrecho y peligroso sobre un abismo.










La niebla y la lluvia persisten a lo largo del día, dejando de vez en cuando ventanas que nos permiten ver el soberbio paisaje que nos rodea.










Pasado el pueblo de Inzá paramos para ver los túneles de la Pirámide. (N2 32 58.5 W76 03 17.3) Donde comienza el camino hay una casa construida en bambú.










El empinado sendero termina en una última casa donde se encuentran las cuevas horadadas en la montaña.










Son unas catacumbas que sirvieron de enterramientos a unos antiguos pobladores, de los que no se sabe casi nada.







Se cree que fueron excavadas entre los siglos VII a IX.







Desde las cuevas se domina el valle el río Ullucos y la serpenteante carretera por la que continuamos. Unos kilómetros después nos desviamos por una estrecha pista a San Andrés de Pisimbalá.







El único lugar con espacio para aparcar en las inmediaciones del parque arqueológico de Tierradentro es el hotel El Refugio.







Tierradentro es el segundo yacimiento arqueológico más importante de Colombia. El recorrido comienza por los museos arqueológico y etnográfico.




Desde aquí parte un sendero circular que discurre por las montañas y enlaza los cinco principales yacimientos.




Posee la mayor concentración de tumbas subterráneas monumentales de la época prehispánica, por lo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2005.










Todos los hipogeos presentan la misma morfología, escaleras verticales que descienden hacia una cámara mortuoria con pilares que refuerzan la cavidad. Dentro se ponían las urnas funerarias.







La necrópolis Segovia es la más importante del recorrido, con 28 tumbas, algunas de ellas con ornamentación todavía bien conservada.







Estas estructuras subterráneas fueron construidas entre el 600 y el 900 d.C. Es un rasgo exclusivo de esta región aunque poco se sabe de sus constructores.




El recorrido ocupa entre 5 a 7 horas y pasa por el pueblo de San Andrés de Pisambalá.










Aqui coincidimos con unos viajeros lituanos y sorprendentemente con un camión español, el de Carlos y Maggie.







Al día siguiente salimos hacia La Plata por una pista  paralela al río Páez.




Y como viene siendo habitual en las carreteras secundarias, alternamos tramos de asfalto y tierra de una manera aleatoria e incomprensible para nosotros.




En Paicol, con un almuerzo tradicional nos despedimos de Carlos y Maggie, llevamos rumbos opuestos. Ellos se dirigen hacia al norte y nosotros hacia el sur.




Ahora por la nacional 45, la carretera mejora ostensiblemente.




Hemos cambiado de valle y seguimos el curso del río Magdalena y el embalse el Quimbo.













Cada vez que aparecemos en una carretera nacional volvemos irremediablemente a los peajes.




Nuestro destino es San Agustín donde se encuentra el principal parque arqueológico de Colombia.







Una extensa zona donde se concentran unas 130 estatuas e hipogeos, de una cultura que no tenia lenguaje escrito y que desapareció muchos siglos antes de  la llegada de los españoles.










El recorrido comienza de nuevo en el museo arqueológico.




Un bonito y cuidado paseo discurre por los distintos yacimientos que conforman este parque y que tardamos en recorrer unas tres horas.










En la fuente de Lavapatas fueron esculpidas, en la roca del lecho del rio, diversas figuras humanas, reptiles y anfibios.




Estas esculturas y restos funerarios fueron creadas en un periodo que abarca desde el año 1 al 900 d.C.







Mapas del recorrido.







Filopensamientos y otras cosas……….

Aunque el rio Magdalena no es el más largo de Colombia, si es el más importante. Su cuenca ocupa el 24% del territorio continental y en ella vive el 80% de la población, donde se produce el 85% del PIB.

Nace en las proximidades de San Agustín y recorre el país de sur a norte, desembocando en el mar Caribe en Barranquilla, después de recorrer 1.500 km.

Fue desde tiempos precolombinos la ruta de incursión hacia el interior de lo que hoy es Colombia.

El descubrimiento por parte de los conquistadores españoles, se le atribuye a Rodrigo de Bastidas en el año 1.501, pero fue Gerónimo de Melo quien realizó la primera incursión en 1.519.

Fue muy importante para la corona española ya que era la única vía que unía Santa Fe de Bogotá con Cartagena de Indias y por ende con Europa.

En la actualidad el Magdalena es navegable desde la costa hasta Honda que se considera el puerto de Bogotá.