martes, 14 de enero de 2020

Perú, el callejón de Huaylas.



El callejón de Huaylas se conoce como al valle que se extiende entre la cordillera Blanca y la cordillera Negra a lo largo de 180 km. Estas montañas han sido muchas veces  verdugo de los pueblos que se asientan en su valle. Como le paso a Yungay.




Yungay era un pueblo asentado a los pies del Huascarán y el terremoto de 1970 desgajo una parte de esta montaña, y una masa de hielo, granito y tierra se deslizo  a más de 300 km/h sepultándolo.







Este lugar se conoce como el Campo Santo de Yungay, ya que bajo los jardines se encuentran sepultadas 18.000 personas, solo sobrevivieron 400. Hoy las nubes ocultan al gigante Huascarán, la montaña más alta de Perú.




Recorriendo este valle siempre tenemos a la izquierda los picos nevados de la cordillera Blanca y a nuestra derecha la cordillera Negra sin nieve.




A Carhuaz llegamos en los últimos días de septiembre, coincidiendo con las fiestas de su patrona, la virgen de La Merced.







Los lugareños se acumulan en los alrededores de la iglesia para presenciar la procesión de la virgen. 







En el interior de la iglesia los danzantes ofrecen su baile a la virgen.




Mientras en el exterior una curandera realiza sus prácticas chamánicas.




Huaraz, a 3100 m. de altitud y con 80.000 habitantes, es la población más importante del valle. De aquí parten los montañeros que de todo el mundo vienen a escalar alguna de las 33 cumbres que sobrepasan los 6.000 metros.







A unos 30 km. de Huaraz subimos a la laguna Antacocha a 4.000 m. de altitud desde donde tenemos una magnifica vista de la cordillera Blanca.










Estamos al principio de la estación de lluvias y el cielo encapotado solo de vez en cuando deja ver los nevados.










En el lago Antacocha pasamos los mejores días desde que llegamos a Perú, un lugar tranquilo y solitario, con los campesinos en sus quehaceres diarios.










También por allí merodeaba este perro que aunque era muy miedoso podía más el hambre que el miedo.




Regresamos al valle para dirigirnos  a Chavín Huantar.







La carretera asciende hasta los 4.450 m. y pasa por lugares de extraordinaria belleza, como la laguna Querococha.







Después desciende hasta el pueblo de Chavín de Huantar.







Aquí se encuentra un centro ceremonial de la cultura chavín. Data aproximadamente del 1.300 a.C.










Lo más interesante de estas ruinas son los túneles subterráneos, una red de pasadizos cubiertos con losas rectangulares y muy bien ventilados.







El recinto amurallado estaba decorado con las cabezas clavas. Gran número de ellas se conservan en el museo de la ciudad.







Desde aquí regresamos de nuevo a la carretera que recorre el callejón de Huaylas, para adentrarnos por una pista de tierra hacia la parte sur del Parque nacional del Huascarán.




Queremos subir hasta el glaciar Pastoruri a 5.100 m. de altitud y para aclimatarnos a la altura nos quedamos a dormir en la entrada del parque.







Esparcidas por el valle hay algunas cabañas de los pastores con sus rediles de piedra.







Volvemos a estar por encima de los 4.000 m. El páramo con su manto marrón muestra que estamos al final de la estación seca.







Junto a la pista, en un roquedal, hay unas pinturas rupestres.







En zonas remotas de los Andes crece la Puya Raimondi uno de los más bellos exponentes de su flora.




Esta extraordinaria planta es la mayor bromelia del mundo.




Que pequeños nos vemos al lado de estos gigantes cactus que viven alrededor de 100 años.




La pista continua ascendiendo hasta el parking donde comienza el sendero que conduce al glaciar.







A esta altura, por la falta de oxigeno, cualquier pequeño esfuerzo te agota. Así que nos tomamos con mucha tranquilidad los 2,5 km. que nos separan de la lengua del glaciar.







Ha merecido la pena el esfuerzo para encontrarnos a los pies de este coloso de hielo.













Mapas del recorrido.







Filopensamientos y otras cosas…………….

El Parque Nacional Huascarán es Patrimonio de la Humanidad y ocupa la mayor parte de los 180 km de la Cordillera Blanca.

Sin duda es uno de los lugares más interesantes de los que hemos visitado de Perú. En él se encuentran más de 30 cumbres que sobrepasan los 6.000 metros, entre ellos el Huascarán, la cima más alta de Perú, o el Alpamayo, una pirámide casi perfecta, considerada una de las montañas más bellas del mundo.

El parque está salpicado de lagos color turquesa, como la laguna Parón o las de Llanganuco, y cuenta con decenas de glaciares como el Pastoruri. Aquí también se encuentra la Puya Raimondi, un gigante cactus que alcanza los 12 metros de altura y solo florece una vez en sus 100 años de vida, tras lo cual, la planta se marchita y muere.
Hace casi 30 años que vine aquí por primera vez a escalar el Huarcarán, pero las condiciones de la montaña y la climatología nos negaron su cumbre cuando solo nos quedaban 400 metros. Unos días después, por las lagunas de LLanganuco ascendimos al Pisco, que fue nuestra consolación.

Este recuerdo me viene a la memoria porque la pista hacia las lagunas estaba en pésimo estado, ahora 30 años después, sigue en las mismas condiciones.

Qué pena que este bello parque no sea más accesible.