Corrían los primeros días de mayo cuando entramos en Tailandia,
la época más calurosa en este país que se extiende desde marzo a finales de
julio. Aunque en el puesto fronterizo de Mae Sot había overbooking los trámites
de entrada al país fueron muy rápidos, el único problema es que al entrar por
una frontera terrestre solo nos dieron 15 días de visado.
Ya en los primeros kilómetros vimos que las carreteras
tailandesas estaban en bastante mejor estado que las birmanas.
Después de nuestro encorsetado recorrido por Myanmar, teníamos
muchas ganas de sentir de nuevo la libertad de ir donde quisiéramos.
Abandonamos el asfalto y nos adentramos por una pisada pista hacia el interior
del bosque.
Nuestro GPS nos indicaba que cerca teníamos un rio y nos
dirigimos hacia él con idea de darnos un baño.
El rio Moei hace frontera con Birmania, tantos controles en
los puestos fronterizos y aquí se pasa de un lado a otro en una simple canoa.
Nosotros nos dimos un espectacular baño.
En el norte del país, las tribus de montaña constituyen una
minoría étnica que se aferra desesperadamente a sus costumbres tradicionales,
pues hasta aquí está llegando el boom del turismo.
Estas pequeñas tribus como los karen, meo, lahu, yao o akha
tienen sus propias lenguas y costumbres, su religión es generalmente animista,
creen en los espíritus y sus casas sobre palafitos, están construidas en madera
con el techado de hojas del palma entrelazadas.
Continuando la carreta hacia el norte, a unos 50 km. llegamos
a un bello paraje, donde serpentea un rio entre verdes prados, cerrado por
paredes de roca caliza. (N 17º 18’ 15.5’’ E 98º 09’ 22.1’’)
Este pequeño afluente del Moei se ha abierto un paso
subterráneo a través de las montañas, creando la cueva Mae Usu.
Unos niños se ofrecieron a enseñarnos su interior, nosotros
pensábamos que solo podíamos adentrarnos unos cientos de metros, pues el rio
cerraba el paso y ellos nos indicaron donde cruzarlo para poder continuar.
Miles de años han sido necesarios para que la naturaleza cree
esta maravilla.
Seguimos andando entre enormes estalactitas y estalagmitas,
mientras el rio aparecía y desaparecía, hasta que llegamos al otro lado de las
montañas donde la cueva se abría hacia otro valle.
Aunque no fijamos de antemano un numero de kilómetros al día,
si que nos va saliendo una media de 100 km/día.
Hacia muchos meses que no circulábamos por un país tan
avanzado como Tailandia, donde numerosos
carteles informativos en la carretera nos avisan de los próximos puntos de
interés. Esta vez, una estrecha pista nos conduce al parque nacional Mae Ngao.
(N 17º 50’ 50.0’’ E 97º 58’ 33.7’’)
Buscando la sombra de enormes arboles centenarios montamos el
campamento a la orilla del rio Ngao.
El calor hace muy apetecible el baño y aquí tenemos la suerte
de encontrar ríos de montaña con aguas claras. Aunque esto parece lo normal,
realmente es muy difícil que no estén contaminados o turbios.
En el pueblo de Mae Sariang es interesante la visita del
templo y del pequeño museo de construcción típica thai.
Continuando hacia el norte llegamos a Chiang Mai, la capital
de la provincia. La primera noche la pasamos en el parque Ratchaphruek.
Chiang Mai es la ciudad más visitada del país después de la
capital. Y Aunque es 45 veces menor que Bangkok posee casi tantos templos como
aquella pero mucho más antiguos y valiosos.
La antigua ciudad, enclavada en el centro de la moderna,
conserva las antiguas murallas en forma de cuadrilátero y rodeadas por un foso
de agua.
Como visitar la ciudad amurallada con el camión seria como un
elefante entrando en una chacharería, optamos por alquilar un típico tuctuc,
aquí llamados samlow.
El templo Chiang Man es el más antiguo de la ciudad y data del
año 1296. El rey Mengrai vivió en el mientras se construía la ciudad.
Son numerosos los monasterios o wats que salpican la antigua
ciudad con sus marcadas influencias arquitectónicas birmanas, que convierten a
muchos de sus monumentos en autenticas obras de arte.
Las escaleras de entrada a los templos generalmente están
custodiadas por dos largas y enormes nagas (serpientes).
Chiang Mai también es una ciudad moderna que cuenta con todo
tipo de servicios, así como un gran mercado. Aquí compramos y montamos un nuevo
grupo electrógeno, el que compramos en España había muerto en África.
Dejamos la ciudad y a 60 km hacia el sur visitamos el Centro
de conservación de elefantes.
Aquí se recogen y cuidan los elefantes enfermos,
huérfanos…..Hay una zona donde están los aislados por enfermedades contagiosas.
En otra los más pequeños reciben cuidados, como en este caso,
que la madre ha perdido la leche y su cuidador se la suministra cada cuatro
horas, creándose un fuerte lazo entre ellos.
Lo que más les gusta es que te acerques a ellos para darles
unos plátanos.
Para recaudar fondos también organizan excursiones en elefante
así como un show de doma.
Ahora nos dirigimos al complejo amurallado de Wat Prathat
Lampang Luang a 18 km. de Lampang.
Es uno de los principales monumentos del norte de Tailandia,
cuyas partes más antiguas datan del siglo XIII.
El santuario central, el wihan, es un edificio con tejados en
tres niveles y rematado con un aguja de estilo birmano.
Este complejo alberga pequeños santuarios que acogen a
venerados budas.
Mapas del recorrido.
Filopensamientos y otras cosas…………..
Cuando llegamos a la frontera para entrar a un nuevo país,
siempre nos preguntamos ¿qué tal será? ¿Cómo nos irá? ¿Qué problemas tendremos?
Después de pasar por Pakistán, India, Nepal y Myanmar,
Tailandia nos está pareciendo un remanso de paz y cordura, una moderna nación
que todavía no ha perdido su identidad con el pasado, una gente amable,
simpática y respetuosa, una policía correcta y no corrupta, unas carreteras en
buen estado y lo más sorprendente es la abundante señalización de los puntos de
interés para el visitante.
Todo ello hace que sea una nación fácil e interesante de
conocer.
Su norte montañoso de exuberante vegetación con caudalosos
ríos y bonitas cuevas, donde viven todavía ancestrales etnias con su
tradicional forma de vida, su clima más suave y su escaso impacto turístico,
hacen de esta región un buen inicio para ir descubriendo este país.
Por aquí seguimos, leyendo vuestros posts y disfrutando de lo lindo.
ResponderEliminarUn abrazo