Dejamos Mandalay al amanecer. La etapa de hoy hasta NyaungShwe
es de 239 km. Nos precede en su furgoneta el alemán Manuel que se traslada a
vivir a Camboya con su perro Suka.
También nos llama la atención la construcción artesanal de
estas furgonetas con el añadido de un pequeño motor de tractor, muy popular en
todo el país.
Entrando en la ciudad de NyaungShwe nos paramos a fotografiar
este templo al mismo tiempo que los italianos Alessadro y Teresa.
En una estrecha y fina canoa, impulsada por un clásico motor
honda de generador, al que le han acoplado un largo eje, nos vamos a recorrer
el lago.
La singularidad de esta
vida lacustre es debida a que todo transcurre en el interior del lago, aqui se
encuentran sus casas, sus cultivos, sus mercados, sus templos……..
Quizás los mas fotografiado de este lago sean los pescadores,
que han desarrollado un perfecto equilibrio para manejar el remo con la pierna
y poder utilizar las dos manos con los artes de pesca.
La pagoda PhaungDawOo es muy venereda pues contiene cinco
pequeñas imágenes de Buda, que datan del siglo XII.
En
esta ciudad sobre palafitos también conocimos a las mujeres jirafa que en sus
telares trabajan la fibra de loto creando la llamada seda de Inle.
Estas
mujeres, se van poniendo aros de metal alrededor del cuello, consiguiendo con
los años ese cuello de jirafa que es símbolo de belleza entre los miembros de
su tribu.
Con mucho pesar dejamos esta curiosa vida sobre el agua, con
sus palafitos y sus cultivos flotantes, solo disponemos de 10 días en este tour
organizado.
Nuestro próximo destino es la ciudad de Naypyitaw. Cruzamos numerosos pueblos donde
se desarrolla ese pequeño comercio que mantiene a la mayoría de la población,
vendiendo cada uno lo que produce.
En uno de estos bulliciosos pueblos, uno de los moteros del
grupo tuvo un pequeño accidente con dos motos locales, ocasionando un gran
revuelo.
En estos países los seguros no funcionan, siempre hay que
llegar a un acuerdo entre las partes y la policía, aunque esta se inclina por
los suyos, como los más desfavorecidos. Al final se acuerda un precio que
normalmente no es excesivo. El resto del grupo esperamos en el bar tomando una
especie de churros locales.
La antigua Birmania, además de cambiar de nombre, también
cambió la sede de la capital administrativa con la nueva Constitución del 2008. Naypyitaw es una ciudad fantasma de grandes
avenidas, donde prácticamente no circula ningún vehículo, y grandes hoteles sin
huéspedes a la espera de que la capital funcione como tal.
En nuestro gran hotel, también
vacio, preferimos organizar una cena picnic en sus jardines. Los italianos nos
deleitaron con una autentica pasta.
Dejamos la capital dirigiéndonos
hacia el sur. La mayoría de la vida birmana se desarrolla en el ámbito rural.
Unos kilómetros antes de Kyaikto
cruzamos el rio Sittaung muy cerca de su desembocadura en el mar de Andaman en
el océano Índico.
Esta ciudad es la más visitada por
los peregrinos budistas atraídos por la pequeña estupa de Kyaikhtiyoe
y su gran roca sagrada.
La estupa está situada a 1100 m de altura y se accede a ella
por una empinadísima carretera, donde solo transitan los camiones que suben a
los peregrinos. Es tal la afluencia de peregrinos que se han creado unos
muelles de carga, como si de ganado se tratara.
Esta roca sagrada se cree que se
sostiene en equilibrio sustentada por un pelo de Buda. La ofrenda habitual es
cubrirla con finísimas láminas de oro que solo las pueden poner los hombres.
No nos dejan muy buen recuerdo los últimos 100 km. con una
estrecha carretera de curvas que atraviesa un peligroso puerto de montaña.
Filopensamientos y otras
cosas……………….
Como ya dijimos en el anterior blog,
Myanmar está cerrada al tránsito libre de los viajeros que acceden a este país
en sus propios vehiculos. Esto es lo más penoso que le puede ocurrir a un
viajero.
“Un turista no sabe dónde está y un viajero no
sabe a dónde va”
Para un viajero su libertad es su
bien más preciado, por esto es tan difícil que dos viajeros vayan juntos. Un
viajero no tiene billete de vuelta, ni reservas, ni siquiera una programación
de su viaje.
Para nosotros, lo más importante es
descubrir un lugar, una playa solitaria, una montaña perdida, un rio de aguas
cristalinas, una aldea donde habita una etnia ancestral… y permanecer allí el
tiempo que creamos necesario.
También visitamos esos celebres y
publicitados monumentos donde concurren masivas tropas de turistas, pero
siempre procuramos ir a las horas de menos trasiego o incluso por la noche, y
si es posible pernoctamos en sus inmediaciones.
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