Kirguistán, hacia la frontera China.

Salimos de Mongolia por la misma frontera por la que entramos, cruzando Rusia de nuevo hacia Kazakstán y su capital Astana.

El paso por Astana era obligado para recoger en la embajada española el pasaporte nuevo de Ana.

De nuevo recorremos la tediosa carretera desde la frontera rusa hasta la  de Kirguistán en el sur, 1850 km.

Llegamos a Biskek, capital de Kirguistán, para hacer el visado chino, el único hasta ahora, que no podíamos hacer por nuestra cuenta teniéndolo que encargar a una agencia de viajes china, ya que todos los formularios están en chino.

Como los tramites se demoraban una semana, decidimos pasarlos en las montañas al sur de la ciudad.

A unos 40 km. se encuentra el parque nacional de Ala-Archa. ( N 42º 33’ 39.7’’ E 74º 28’ 56.6’’)

Después del largo y aburrido viaje de regreso, resulto muy relajante pasar unos días en este entorno ideal para hacer senderismo.

Estas montañas se elevan hasta los 4.300 m. y son muchos los montañeros que vienen a escalar sus cumbres. En una de nuestras excursiones nos encontramos con unos belgas.

Venían de hacer cumbre pero uno de ellos se había roto un tobillo en el descenso y lo traían a cuestas. Nosotros cargamos con sus mochilas para que pudieran acelerar el paso, aun así llegamos al valle ya avanzada la noche.

Son tantos los escaladores que vienen a coronar sus cumbres y sus escaladas tan difíciles, que cuentan hasta con su propio cementerio.

Una vez obtenido el visado salimos hacia el lago Issyk-Kol a unos 200 km. de la capital. Es el segundo lago alpino más grande del mundo después del Titicaca, con 170 km. de longitud por 70 km. de ancho.

Este lago situado a 1600 m. de altitud, es el lugar habitual de veraneo tanto para  kazakos como kirguís. Solo pudimos conocer la zona más al oeste y además tuvimos mal tiempo, con nubes y mucho viento.

Ahora cruzamos Kirguistán de norte a sur, para dirigirnos a la frontera China, la vía más razonable de salida de Asia Central hacia India.

En el camino nos encontramos con unos suizos, con un camión parecido al nuestro, que venían de hacer un recorrido por China.

Este país sumamente montañoso ofrece espectaculares paisajes con sus verdes valles, ríos y montañas nevadas.

Dolon a 3035 m. de altura es el primer puerto de montaña que pasamos. Aunque estamos en los primeros días de septiembre al coronarlo nos cayó   agua-nieve.

En los cementerios también se aprecia la peculiaridad de un país y su cultura.

Naryn es la capital de la provincia y la última población importante para abastecerse. Unos 65 km. después paramos en las ruinas del caravasar Koshoy Korgon. ( N 41º 07’ 23.2’’ E 75º 42’ 06.9’’)

Muy poco queda en pie de este antiguo caravasar del siglo XI. Construido con barro y paja las inclemencias del tiempo, sobre todo la lluvia y la nieve, lo han hecho casi desaparecer.

En el pequeño museo se puede ver una maqueta de lo que fue en su día.

La carretera  discurre por un inmenso valle, flanqueada por montañas que superan los 4700 m. de altura.

Estábamos preparándonos para continuar, después de pasar la noche apartados de la carretera, cuando se acercaron a saludarnos unos moteros. Entre ellos Angel, un simpático sevillano en compañía de un inglés.

Seguimos ascendiendo buscando la pista que nos llevara a otro antiguo caravasar.

Tash- Rabat fue reconstruido por los rusos en 1984, data del siglo XV, y se asentaba sobre una antigua iglesia del siglo X. Son muchos los viajeros que vienen a conocerlo y con este motivo se han instalado en su proximidad numerosas yurtas que ofrecen los servicios de comida y alojamiento. (N 40º 49’ 16.3’’ E 75º 17’ 23.0’’)

Esta hospedería, construida en piedra, fue una de las más importantes en la ruta de la seda por ser la puerta de entrada a China.

Aquí coincidimos de nuevo con el grupo de moteros amigos de Angel. Ellos estaban recorriendo Asia central e iban camino de China. Angel tuvo la mala suerte de romper su moto en el Pamir y ahora va de paquete hasta que pueda comprarse una de segunda mano por el camino.

Desde el caravasar salen dos grandes valles, por los que hicimos varias excursiones hacia las montañas.

Son muchas las familias que han pasado el verano  aquí y algunos ya empiezan a recoger las yurtas de regreso a sus pueblos.

Aunque estamos a mediados de septiembre, en esta altitud próxima a los 3000 m., cuando el sol se pone baja la temperatura drásticamente. Anoche tuvimos una tormenta y por la mañana las montañas circundantes estaban cubiertas por un manto de nieve.

Hoy también han llegado los franceses Dominique y Ghislaine, que viajan en un Toyota adaptado como caravana, con los que vamos a cruzar China.

Nunca antes habíamos coincidido con tanto viajero. También hoy ha llegado este camión autobús que después de su periplo por China se dirige a Europa.

Nosotros seguimos ascendiendo hacia el paso fronterizo que se encuentra en el puerto de Torugart a ·3752 metros, cruzándonos con los nómadas y sus rebaños que ante la llegada del invierno se dirigen a los valles.

Primero pasamos un control militar y unos kilómetros después la frontera  de salida de Kirguistán.

Mapas del recorrido.

Filopensamientos y otras cosas……..

La salida de Asia Central hacia la India y el sureste asiático, es bastante complicada.

El camino más directo y lógico sería desde Mongolia cruzar China hacia el sur. Pero este gigante comunista no facilita esta ruta, que es muy cara ya que se tiene que pagar por cada provincia que se cruza y si quieres ir a India o Nepal tienes que cruzar la región del Tíbet y sus permisos están muy restringidos y su obtención se demora 6 meses.

Otra opción sería regresar a Irán y cruzar por el sur de Pakistán, pero este camino es sumamente largo y en este momento esta carretera está cerrada para el turismo.

Así que la única opción que nos queda es cruzar de Kirguistán a China, donde solo tendremos que cruzar una provincia y entraremos por el norte de Pakistán por la Karakorum Highway hacia la India.