jueves, 10 de octubre de 2013

Kenia


  
La última noche en Tanzania cenamos con nuestros amigos Álvaro, Yago y Teresa en Arusha. Al día siguiente con la despensa llena salimos hacia la frontera de Kenia en Namanga. Los trámites aduaneros fueron fáciles y rápidos. Desde el primer momento tuvimos una buena impresión de este país. 






Solo 170 km. separan a Nairobi de la frontera. Como ya es normal a lo largo de nuestro viaje, hacemos coincidir si podemos, las entradas a estas grandes y caóticas ciudades en domingo, ya que el tráfico no es tan agobiante y nos permite controlar un poco mejor la ciudad.






Nuestra llegada a Nairobi no pudo ser en peor momento, el atentado terrorista en el centro comercial Westgate acaparaba las noticias, aunque el resto de la ciudad estaba en calma.






Nuestro paso por la capital era obligado ya que teníamos que conseguir los visados de Etiopia y Sudan del Norte. La información que teníamos acerca de estas embajadas era que ponían muchas dificultades para darlos, sobre todo Etiopia. Milagrosamente, con todas las fotocopias y documentación necesarias, los conseguimos en dos días.





Visitamos en centro de la ciudad y el museo nacional de Nairobi.






Louis Leakey, famoso paleontólogo descubridor de los restos fósiles de los primeros homínidos hallados en las excavaciones en Kenia y Tanzania.   




El Jungle Junction es el campamento habitual de los overlanders, actualmente ha cambiado su ubicación a la zona de Karen en  S 1 21 46.0 E 36 44 26.5.

Su dueño, Cris nos indico un taller donde modificar la suspensión trasera de nuestro camión que era muy dura porque trabajaban en exceso los ballestines. 






Para ello hemos puesto una nueva hoja de ballesta,  se le ha dado a todas mas flecha o curvatura y quitamos una hoja de los ballestines. El resultado ha sido muy satisfactorio.



Nairobi es una ciudad moderna, con grandes avenidas y centros comerciales, pero igual que todas las capitales africanas, en sus barios periféricos se concentran los más pobres.






Alrededor del monte Kenia se alzan las tierras altas centrales, una de las zonas más pobladas y cultivadas de Kenia. Fértiles suelos volcánicos y abundantes lluvias aseguran sus cosechas.






Este coloso africano fue escalado por primera vez en 1.942, el italiano Felice Benuzzi, prisionero en un campo de concentración ingles en Kenia, se escapo para llevar a cabo esta proeza. A su regreso voluntario comento que la única manera de romper la monotonía de la vida es inventar y asumir riesgos.



Después de un año y medio por el hemisferio sur cruzamos de nuevo el ecuador, ahora hacia el norte.



Atrás dejamos la segunda montaña más alta de África y nos adentramos en una de las últimas grandes zonas salvajes de este pais, una región remota, poco habitada y muy desconocida para el turismo.



Esta manada de camellos, custodiada por pastores armados, nos alerta hacia donde nos dirigimos.



A unos kilómetros de Isiolo la carretera cruza las Reservas Nacionales de Samburu, Buffalo Springs y Shaba. En su puerta pasamos la noche para acceder al amanecer.



Elegimos este parque que es menos visitado al estar alejado de las rutas turísticas, además nos dejaban acceder con el camión, sin tener que llevar un guía y hasta pudimos negociar la entrada.



Estas reservas protegen 440 km2 de sabana semiárida, en torno al rio Ewaso Nyiro.



Entre su fauna destaca la cebra de Grevy, es mayor que la cebra de llanuras y se distingue de esta por sus rayas mas apretadas.



Otra de las especies que caracterizan este parque son los gerenuk. Su nombre en swahili significa la gacela jirafa y se diferencia del impala por su largo cuello.



Los cocodrilos habitan los ríos y lagos de África desde hace 150 millones de años y son lo más parecido a una reliquia del periodo jurasico. Están más emparentados con los dinosaurios que con cualquier otro ser vivo.






Los orices del cabo viven en terrenos secos, tienen una altura de 1,2 metros e impresionantes cuernos que se elevan rectos desde la cabeza con el mismo ángulo que la testuz y el hocico. Pueden resistir sin agua casi como un camello, obteniendo la que necesitan de las plantas que comen.





El principal elemento de este parque es el rio Ewaso Nyiro que nace en el monte Kenia y fluye formando un arco a través de la meseta Laikipia. Esta rodeado por un frondoso bosque rivereño salpicado de palmeras que ofrece un agradable contraste con la aridez circundante.







Aquí se encuentra la jirafa reticulada que se caracteriza por las manchas poligonales de color castaño con bordes blancos.







A lo largo del día recorrimos más de cien kilómetros por sus sinuosas pistas.








Después de comer dirigiéndonos al borde del rio, tras una cerrada curva entre los árboles, una manada de más de veinte elefantes nos sorprende rodeando el camión.



Los teníamos tan cerca que temíamos que en alguno se pusiera nervioso y arremetiera contra el camión. El elefante africano es el mayor animal terrestre del planeta. Son muy sociales, las hembras y las crías se agrupan en clanes matriarcales con fuertes lazos que mantienen de por vida.






Menos mal que iban hacia el rio a beber y  a darse un baño.



Dentro de los grandes antílopes, el impala es el más conocido y fácil de ver. Se agrupan en manadas de más de cien individuos.






Los monos son inteligentes, hiperactivos y divertidos. La mayoría de las especies de este país pertenecen a la familia de los cercopitecidos, conocidos como el mono de diadema de garganta blanca.



También pudimos observar al sitatunga, un antílope difícil de ver ya que suelen ir en solitario o en parejas, próximos a las zonas de juncos de las zonas pantanosas.






Otra importante fuente perenne de agua son los manantiales de Buffalo Springs, que dan nombre a esta reserva.



Estas tres reservas Samburu, Buffalo y Shaba no son parques cerrados y lo único que mantiene a los animales en este hábitat es la proximidad al agua.

También de esta agua viven la etnia samburu, a los que vimos pastorear en sus proximidades.







No conseguimos, a pesar de los muchos kilómetros que hicimos por el parque, ver ningún felino. Al atardecer ya saliendo vimos a una pareja de jóvenes chacales de lomo negro.





La vegetación escasea siguiendo nuestro camino hacia el norte. Como cada atardecer buscamos una pista que nos aleje de la carretera, ocultos entre la maleza, donde nos sentimos más seguros. Aunque esta vez, al acampar cerca del parque, no nos alejamos mucho del camión ya que vimos algunos antílopes y podría haber también alguno de los grandes depredadores.





Entramos de lleno en el territorio de los samburu. Son pastores nómadas que se trasladan de un campamento temporal a otro en busca de agua y pastos para el ganado.






El asfalto termina en el pueblo de Merille y comienza el gran desierto del norte del Kenia, que ocupa más de la mitad del país.



Los samburu son parientes culturales de los massais con los que comparten el idioma “maa” . Ambas tribus emigraron juntas desde su emplazamiento original en Etiopia o Sudan, pero se separaron cerca de la zona de Turkana en el siglo XVII.






Se asentaron en los límites de las tierras altas centrales y desiertos del norte.



Los hombres ofrecen un aspecto impresionante, sobre todo los jóvenes con su tocado de guerreros.







Sus casas son sencillas construcciones, creando una estructura de ramas entrelazadas que después cubren con materiales diversos.






Las mujeres muestran espectaculares y enormes collares.









Los días de mercado marcan el tiempo en África, son de vital importancia pues en ellos, aparte de las transacciones de compra y venta, son lugares de encuentro, de intercambio de noticias……días festivos.





Dejamos a los samburu continuando hacia los desiertos del norte. Pese a la aridez con la que se va transformando el paisaje, la naturaleza nos sigue sorprendiendo.




Mapas del recorrido






Filopensamientos y otras cosas………………..

Introducir cambios en los hábitos del africano en general es muy difícil, aun a sabiendas que mejorarían su calidad de vida.

Siguen acudiendo a brujos y chamanes para curar sus enfermedades, es casi imposible conseguir que mantengan y cuiden de cualquier maquinaria o simplemente que limpien la suciedad que normalmente invade sus pueblos o aldeas llenas de plásticos y basuras. Tres ejemplos entre cientos que se podrían relatar, y todo ello, a pesar de la insistencia y el dinero empleado por ONGs, ayudas humanitarias y cooperaciones internacionales.

Para nosotros es imposible entender a estos pueblos, que en su mayoría viven en chozas de barro y paja, duermen y comen en el suelo por no tener ni una silla, no tienen ni luz ni agua corriente, cocinan con carbón y muchos de ellos no sacian su hambre al día, como se ha implantado tan fácilmente creando la necesidad, aun en los sitios más recónditos, de tener un teléfono móvil.

1 comentario:

  1. He leído de principio a fín esta entrega y confieso que es fascinante. Gracias por esta ventana de Africa que ofrecéis al mundo y que muchos no conocemos.

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