El sol brillaba en el cielo el
24 de julio cuando entramos en Alaska, con una agradable temperatura de 25º.
El paso de la aduana fue sencillo y rápido, y el camión ni lo
miraron.
La cabaña de troncos del Parque Tetlin fue nuestra primera
parada.
Este parque es el corredor que utilizan aves y mamíferos en sus
migraciones. Un terreno ondulado y lacustre de poca belleza.
Estamos deseosos por descubrir la vida salvaje y nos lanzamos
al primer sendero que encontramos, el
del lago Hidden. Un corto paseo de tres kilómetros en el que no vimos nada.
La carretera continúa entre colinas de baja altura.
En Tok dejamos la Alaska Hwy para dirigirnos al sur por la
Glenn Hwy.
Cerca de la entrada del Parque Nacional Wrangell- St.Elias
vimos un alce. Los rangers nos dijeron que les encanta comer la hierba tierna del
fondo de los lagos.
Este parque es la continuación del P. N. Kluane de Canadá y
los dos forman parte del mismo sistema montañoso.
Por el norte lo bordea una pista de tierra de 43 km.
denominada Nabesna Road.
Aquí nos encontramos el mismo problema que tuvimos en la parte
canadiense. La carretera circula a una altitud entre 700 y 900 metros y para
acceder a las montañas y glaciares son necesarios varios días por rutas a pie.
Nosotros hicimos el sendero del arroyo del Caribú, de cuatro
horas, que no fue nada especial.
También fue una decepción con los animales, solo vimos
ardillas árticas.
Nabesna es una pequeña comunidad de cinco o seis cabañas de
madera y una pista de aterrizaje de hierba. Dispone de alojamiento y avionetas
para sobrevolar las montañas.
Al final de la pista un sendero asciende hasta una mina
abandonada.
Desde donde se tiene una panorámica del valle con el rio
Nabesna al fondo.
Regresamos a la carretera y continuamos con dirección sur,
bordeando el macizo de las Wrangell.
A lo largo de la ruta se encuentran surtidores de combustible
con pequeñas tiendas donde se puede encontrar casi de todo.
Después nos desviamos por la McCarthy Rd., la carretera que
por el sur da acceso al parque.
Qué pequeño es el mundo para los viajeros. Parados en este
mirador coincidimos con una pareja catalana. El es un navegante profesional y
nos habíamos conocido en el Caribe cuando dábamos la vuelta al mundo en nuestro
barco Calcetines.
A unos 60 km. del desvío llegamos a Chitina, una aldea donde
está la oficina de los rangers.
Esta cabaña, recientemente restaurada, fue construida en 1910
y era la casa del superintendente de la zona.
A partir de aquí continua una pista de tierra de unos 100 km. que
termina en la mina Kennecott.
Los alaskanos están muy orgullosos de este parque, su tamaño es seis veces el de Yellowstone. Dos
tercios del parque son territorio glaciar con valles y lagos que permanecen
helados durante todo el año.
Los ríos glaciares se distinguen por sus aguas lechosas,
consecuencia del arrastre de polvo de roca producido por la erosión.
El resto del parque lo cubren bosques alpinos, prados y
tundra. El paisaje se conserva así desde la última glaciación.
El parque no tendría ningún acceso si no fuera por las
carreteras que se construyeron para la explotación de las minas de cobre en los
primeros años del siglo XX. Todavía quedan algunos restos de su via férrea.
La pista termina junto al rio Kennecott ya que el pequeño
puente solo es accesible a pie o en bicicleta. Al otro lado hay un servicio de furgonetas
que recorren los ocho kilómetros que quedan para llegar a la mina.
Esta mina, en proceso de rehabilitación, atrae más turistas
que el parque nacional en sí.
Muy interesante es el sendero que conduce al glaciar Root.
Todavía hoy algunos mineros que prueban fortuna lavando las arenas de estos
ríos.
En Alaska vive mucha gente de la economía de subsistencia,
basada en la caza de algún alce o caribú y la pesca del salmón.
Mapas del recorrido.
Filopensamientos y otras cosas………..
El parque nacional Wrangell St.Elias es parte del mismo macizo
montañoso que el P.N. Kluane en Canadá.
Este vasto territorio comprende una de las reservas de montaña
más grande del mundo. Y sus campos de hielo no polar son también de los mayores
del planeta.
Dos tercios de estas montañas son territorio glaciar, con
valles y lagos que permanecen helado durante todo el año.
Desde nuestro punto de vista los dos parques quedan
inaccesibles para su visita. En la parte de Canadá no existe ninguna carretera
que nos lleve hacia el interior o nos suba de altitud, desde donde realizar
incursiones a pie que nos permitan una aproximación a esas grandes montañas.
En la parte de Alaska, las dos únicas carreteras que lo
bordean fueron hechas para explotar las minas. Los senderos también aquí son
pocos y están muy alejados de los macizos centrales.
Por otro lado, incomprensiblemente, está permitida la caza.
Durante todos los días que permanecimos en ellos no vimos ningún animal.
Como os dije por facebook ya me he "bebido" vuestras fotos y comentarios de los que he deducido que os hubiera gustado profundizar mas en este parque nacional patrimonio de la humanidad.
ResponderEliminarDe todas formas, tomo nota de las pocas carreteras/pistas a las que se puede acceder porque "CUANDO POR FIN LLEGUE A ALASKA ALGÚN DÍA" no me las voy a perder.
De hecho ya estáis cumpliendo otro de los sueños de cualquier "overlander" que se precie: DE ALASKA A LA PATAGONIA .
Casi nada....
Abrazotes.
Hola jóvenes:
ResponderEliminarConociendo la afición que tenéis por la naturaleza, los paseos por el campo, etc, me da la sensación de que os estáis poniendo "moraos"
Por cierto, supongo que hacéis acampada libre ¿no?
¿Hay campings por ahí?
Un abrazo