Turquía, del Mar Negro a la frontera de Irán.

Desde la meseta central de Anatolia, la carretera desciende camino de la costa y aunque hemos bajado más de mil metros el tiempo sigue frio y húmedo. Nuestra primera parada es un camping a orillas del Mar Negro. (N 41º 08’ 36.6’’ E 37º 11’ 35.2’’)

Seguimos la ruta de la costa hacia el este. Una densa niebla avanza desde el mar envolviendo el paisaje y dándole un aspecto obscuro y lúgubre.

En el pequeño Cabo Janson paramos a pasar la noche. Las nubes metidas en la costa ennegrecen este mar justificando su nombre. (N 41º 07’ 57,1’’ E 37º 40’ 56,1’’)

En él se alza la pequeña y antigua iglesia de Jason.

Cuando por fin luce el sol, el Mar Negro se convierte en azul e incluso tan celeste turquesa como el Mediterráneo. Con largas y magnificas playas, aunque quizás su único inconveniente sean sus cortos veranos.

Algunas veces, a lo largo del camino, el azar hace posible el encuentro con auténticos desconocidos que enseguida los sientes como amigos. Como fue el caso de Cemal y Seçil, que aunque nos encontramos a unos 200 km de su casa en las montañas, nos invitaron a pasar unos días con ellos.

Ellos son productores de documentales sobre naturaleza y costumbres para la televisión turca. El es un famoso fotógrafo que está preparando una expedición a Siberia y se mostró muy interesado en conocer la construcción y el  acondicionamiento de nuestro camión.

Gracias a ellos descubrimos este rincón de la comarca de Rize, donde se ubica el Parque Kaçkar Daglari. ( N 40º 51’ 44.9’’ E 40º 56’ 58.8’’)

La belleza de estas altas montañas, con sus picos nevados, su exuberante vegetación y sus rápidos y ruidosos ríos, convierte a este paraje en un lugar de visita obligada.

Cuando nos despedimos de nuestros amigos, decidimos recorrer el valle Firtina donde hicimos varias rutas a pie.

Casi al final del valle, junto a un antiguo puente otomano, establecimos nuestro campamento base.

Largas caminatas nos llevaron a descubrir parte de las bellezas naturales de este parque.

Regresamos a la costa del Mar Negro donde pasamos nuestra última noche junto al mar.

De Trazón, siguiendo una de las antiguas rutas de la seda, nos dirigimos al paso de Zingana. Antes visitamos el monasterio de la Virgen Negra de Sumela.

Fue fundado por los monjes griegos Barnabas y Sofronius, durante el reinado del Emperador Theodousius ( 375-395 d.C.).

El enorme monasterio de siete plantas está colgado entre el cielo y la tierra en una pared de roca lisa a unos 300 m. sobre un valle cubierto de bosque.

Una senda asciende desde el valle hasta las escarpadas paredes que dan acceso a este aéreo monasterio.

En la parte central del conjunto y aprovechando una cueva, se sitúa la iglesia,  ricamente decorada con frescos dedicados a la Virgen Maria y  a diferentes escenas bíblicas.

Desde las celdas de los monjes las vistas sobre el valle son espectaculares. Todas ellas disponen de chimenea  por los largos y fríos inviernos de esta zona.

Sumela es el monasterio más conocido y visitado de Turquía, pero en la comarca hay bastantes más aunque están sin rehabilitar.  Nos decidimos por visitar el de Vazelon. ( N 40º 45’ 27.9’’ E 39º 32’ 39.2’’)

Una estrecha pista de montaña, por donde apenas pasan las ruedas del camión y un precipicio sobre el valle de vértigo, nos conduce hasta sus ruinas.

Dejamos el camión en el único sitio donde podíamos maniobrar para dar la vuelta y continuamos a pie.

Aunque este monasterio rivaliza con el de Sumela en cuanto a construcción y emplazamiento, es difícil su visita por el estado en que se encuentra.

Desde la costa seguimos ascendiendo y de nuevo las temperaturas descienden en picado. La niebla y la lluvia hacen su aparición.

Bayburt a 1.500 metros de altitud  está dominada por una formidable fortaleza construida por Justiniano, reconstruida por los Bagrátidas, fortificada por un señor turco del siglo XIII , destruida por el ejército ruso en 1.828 y con una mala rehabilitación en la actualidad.

Desde aquí continúa la ascensión hasta el paso de Kop a 2.445 m.

Donde se alza el monumento a los caídos en la defensa de este paso durante la última guerra, con un soberbio panorama sobre varias cordilleras.

La alta meseta central turca nos sigue brindando temperaturas frías por la noche y frescas durante el día. Los pastizales y sembrados se suceden en un manto verde y ondulado que lo cubre todo.

Es sorprendente la ausencia total de arboles en todo este paisaje. La zona oeste de la meseta, limitando con Irán e Irak, es la región más pobre donde viven los kurdos. El combustible que utilizan es estiércol seco.

Pasamos Erzurum, capital del noreste y continuamos hacia la frontera de Irán por la antigua ruta de la seda. Dogubayazit es parada obligatoria para la visita al palacio de Ishak Pasha.

Una impresionante fortaleza construida por el gobernador otomano en 1784.

Su estilo y tamaño recuerdan al Topkapi  y se diría que se esforzaron por imitarlo o incluso por rivalizar con la corte de Estambul. Destaca sobremanera el harén con 24 habitaciones.

Así como la sala de audiencias.

En los aposentos del gobernador resalta la mezquita.

Desde el palacio se divisan los restos de una fortaleza urartiana y una mezquita otomana.

Los últimos kilómetros hacia la frontera iraní están dominados por la imponente mole del monte Ararat, la grandeza de la vista es indescriptible. Este cono volcánico se eleva hasta los 5165 m. siendo el más alto de toda Europa. Es donde se cree que Noé poso su arca después del diluvio universal.

Mapas del recorrido.

Filopensamientos y otras cosas…………..

Después de dos meses recorriendo este país, solo tenemos palabras de agradecimiento al pueblo turco.

El primer vocablo que hay que aprender al llegar aquí es “ tesekkur ederim”, gracias, ya que no pararas de decirlo en todo el camino.

El turco es afable y hospitalario, siempre está dispuesto a echar una mano. Se deja lo que esté haciendo para informarte y ayudarte.

Es un país muy fácil de recorrer, sus carreteras y autovías están a nivel europeo, su infraestructura turística es buena y su inmenso patrimonio cultural está bien conservado y bien señalizado, lo que facilita su visita.

TESEKKUR  EDERIM TURQUIA.