Dejamos Mocimboa da Praia y seguimos hacia la frontera con
Tanzania de la que nos separan unos cien kilómetros.
Una estrecha pista muy encajonada entre arboles que nos hace echar
mano del hacha para cortar algunas ramas que nos impiden el paso.
Aunque nos costó llegar, el lugar era de una
belleza salvaje, donde todavía el hombre no ha tenido medios para modificarla.
Unas cuantas chozas diseminadas por la playa forman un pequeño
asentamiento, donde diez o doce familias viven de lo que pueden sacarle a este
mar.
A las cuatro y media de la mañana el horizonte se ilumina coloreando
el amanecer de un nuevo día. Las mujeres comienzan a mariscar.
En esta aldea conocimos a un pescador, su mujer y sus diez
hijos, de los cuales ocho eran gemelos. Solamente el mayor podía estudiar, viviendo
con sus abuelos en el pueblo de Palma.
El kayak, que llevábamos desde España instalado en la baca,
solamente lo habíamos utilizado en dos ocasiones, pues no ha sido fácil
encontrar playas o bahías protegidas para echarlo al agua. Ha llegado el
momento de darle mejor utilidad.
Seguro que esta familia es capaz de rentabilizar este regalo
después de disfrutarlo todos los pequeños por unos días.
Al día siguiente
salimos hacia la frontera con Tanzania delimitada por el cauce del río Rovuma y después de 50 km. de una pista mala y poco transitada, llegamos a la
barrera de control.
Allí, con mucha guasa, nos dice la policía que el puente ni
esta ni se le espera y que estando al final de la época seca, con el poco
caudal del río el transbordador no puede cargar con el camión. Nos toca darnos
la vuelta y dirigirnos hacia el oeste la friolera de 400 kilómetros.
De estos 400 km. solo 100 están asfaltados y nos cuesta dos
días llegar a la nueva frontera, pasando por unos pasajes y aldeas muy pobres y
aisladas, rodeadas de una naturaleza hostil y despiadada.
Yendo por esta infame pista aparece una nueva carreta
perfectamente asfaltada y pintada. Solo es una ilusión de 5 km. a cada lado de
la frontera, para que quedara bonito, el día que vinieron a inaugurar el puente los
presidentes de Mozambique y Tanzania.
Los trámites aduaneros los cumplimentamos sin mayor
contratiempo. Una vez pasados los 5 Km.
en el lado tanzano, de nuevo el asfalto desaparece.
Dos días más tarde llegamos a Lindi de nuevo en la costa del
Índico, donde conocimos a una pareja encantadora con sus hijos. Holder alemán y
Angela colombiana llevan un año y medio en el pueblo, donde él trabaja como
pediatra.
Algunas tardes el cielo se cubre de negros nubarrones que dan
paso a unas cortas pero torrenciales lluvias.
Después de 190 km. dirección norte llegamos al tranquilo
pueblo de Kilwa Masoko, donde contratamos los servicios del guía y del barco
para visitar la isla de Kilwa Kisiwani.
En la actualidad esta isla es un tranquilo pueblo de
pescadores, pero en su apogeo fue residencia de sultanes y centro de una
extensa red de comercio que unía los viejos imperios shonas y los campos de oro
de Zimbabue con Persia, India y China.
El famoso viajero y cronista del mundo antiguo Ibn Battuta
visitó Kilwa a principios del siglo XIV y resaltó su buena construcción de una
belleza excepcional.
La Gran Mezquita que data del siglo XIII, destaca por su patio
de columnas y por su elegante techo abovedado. En su día fue la mezquita más
grande de la costa oeste africana.
Cerca de esta se encuentran las ruinas de otras mezquitas, el
cementerio y casas particulares de aquella época.
Al oeste de estas construcciones se encuentran los restos del
Makutani, un recinto amurallado de mediados del siglo XVIII, en cuyo centro
vivían algunos sultanes de Kilwa, rodeado de césped con buenas vistas al mar.
En la actualidad se encuentra en proceso de restauración.
Continuamos hacia Dar es Salam por una carretera en fase de
construcción desde hace años, como le ocurre a la mayoría de las principales
rutas africanas.
Con una población de casi tres millones de habitantes y el
segundo puerto más importante de África oriental, Dar es Salam es el mayor
centro urbano y la capital de Tanzania en todo salvo en el nombre (Dodoma es la
capital parlamentaria).
Para nuestra sorpresa, resulto ser una zona muy peligrosa y
los guardas no nos dejaban ni pasear por la playa fuera de los límites del
campamento.
En las instalaciones del alemán Eckhard, dejamos el camión
para irnos a España a pasar las navidades. Lugar que recomendamos a todo el
viajero que necesite reparar o dejar su vehículo, por la seriedad, seguridad, buen
precio y excelente trato.
Mapas del recorrido
Filopensamientos y otras cosas……….
Si en Botsuana los precios de los parques eran prohibitivos
para nuestra economía, en Tanzania son todavía más caros.
El parque de Selous, en el corazón del sureste tanzano, es el
área protegida más grande de este país, con una superficie de 48.000 km2. Y
aunque está alejado de los circuitos turísticos y no recibe muchos visitantes,
no por ello tiene precios más asequibles.
La entrada por persona y día es de 50 $, a los que hay que
sumarle 25$ por la tarifa de conservación, más 20$ por acampada, más otros
20$ por el guarda y 10$ más por el guía. Un vehículo normal paga además 40$,
pero un camión sube hasta los 300$.
Si queremos visitar el parque, dos días, que sería el tiempo
mínimo, la cuenta ascendería para nosotros a 1.100$.
¡Qué bonita es la costa de Mozambique y Tanzania!.
ResponderEliminarEn cuanto a los precios de los parques en Tz, creo que a los responsables se les ha ido la chaveta hace años. Los precios, como decís, son prohibitivos. Si lo que quieren es que los turistas no visiten los parques, lo están consiguiendo.
Seguid bien.
Que buena idea lo de regalarles el kayak, seguro que lo disfrutan y le sacan mas provecho que vosotros. Que bonitos todos los paisajes de la zona y que pena que no podáis disfrutar de los parques por los precios abusivos, se tenían que dar cuenta que ellos también pierden.
ResponderEliminarUn abrazo desde México.
Paco Cartagena.
que bien el saber de vosotros.ademas que sabeis disfrutar y vivir cada minuto y juntos. Os mereceis los momentos tan felices que vivis.Seguir con esa riqueza tan grande y no me refiero a la riqueza del taco en el bolsillo.
ResponderEliminarOs quiero Cuidaros mucho. besosssss
Hola amigos, somos los del “Kuketes” (Isleta), esta misma tarde me he enterado a través de Jose y Maribel (Churubito- Isleta), de vuestras hazañas por esos mundos, es por eso por lo que os escribo estas letras para desearos las mejores de las travesías (aunque atrás quedara el “Calcetines”), y que siempre lleguéis a buen “puerto”.
ResponderEliminarOtras veces le hemos preguntado a Isidro por vuestras navegaciones por esos mares, y todo fueron buenas noticias. Así que os damos ánimo para seguir con vuestra noble y enriquecedora expedición.
Sin más, me despido atentamente:
Antonio Gálvez (Kuketes)
Hola
ResponderEliminarOs sigo desde hace mas de un año, ultimamente veo que no escribis con la misma frecuencia, no se si es por que ya no seguis con vuestra aventura ó no quereis hacernos participes.
Espero que os vay bien y que pronto sepamos de vosotros.
Un saludo
Hola
ResponderEliminarHOLA SOMOS LA FAMILIA CON GEMELOS QUE COINCIDIMOS EN NAMIBIA
ResponderEliminarOS SEGUIMOS EN VUESTRA AVENTURA .UN ABRAZO