Después de visitar la
cueva Jumandy acampamos junto al rio Misahuali.
Nuestro próximo destino es la localidad de Misahuali,
enclavada en las orillas del río Napo.
Allí contratamos los servicios de un guía para recorrer el río
en su canoa.
El Napo es un afluente del Amazonas y la más importante vía
fluvial de la amazonia ecuatoriana.
Aunque la población indígena prácticamente ha desaparecido por
el progreso, visitamos una comunidad donde todavía viven en sus palafitos
tradicionales y el fuego permanece encendido todo el día para ahuyentar a los
insectos.
Fue muy interesante comprobar la puntería que se obtiene con
la cerbatana.
Después hicimos un recorrido por la selva hasta la laguna de
los caimanes.
En las copas de los arboles no paran de saltar una familia de monos.
A lo largo del río encontramos numerosos buscadores de oro,
pues en las riberas y en antiguos cursos abunda este preciado mineral.
También visitamos una familia indígena, que ahora su modo de
vida es enseñar a los visitantes como eran sus costumbres.
Ya no cazan porque está prohibido, pero nos enseña las
múltiples trampas que se utilizaban en la selva, tanto para la caza como para
la pesca.
Nos sorprende, con su falda de fibras vegetales, su simpatía y
el uso tan profundo del idioma español, siendo quechua.
Para terminar la familia nos invita a un chocolate que
elaboran en el momento. Muelen unas semillas de cacao, las tuestan, añaden la
misma cantidad de melaza en la sartén y sale un excelente chocolate, que nos
sirven con rodajas de plátano.
Regresamos por la tarde a Misahualli y como era domingo la
playa del rio, estaba abarrotada de bañistas y animada por un grupo de divertidos y traviesos
monos capuchinos.
Desde la amazonia regresamos al altiplano, la carretera
panamericana atraviesa la llamada Avenida de los Volcanes.
Nuestro siguiente objetivo es el volcán más alto de Ecuador,
el Chimborazo.
Conforme ascendemos, de nuevo la vegetación desaparece,
quedándose en un ralo páramo, poblado únicamente por rebaños de vicuñas.
En la puerta del parque nos informan que hoy ya no podremos acceder,
junto a este por una pista de tierra acampamos cerca del bosque de Polylepis.
Una senda nos lleva hasta el bosque de Polylepis.
Estos árboles centenarios eran conocidos como el árbol del
papel, ya que de su corteza laminar se confeccionaban papiros. Otra de sus
características es que son los arboles que crecen a mayor altitud.
Cuando descendíamos cruzo por el collado un solitario venado.
La alta montaña es imprevisible y después del magnífico día
que habíamos tenido, por la noche se levanto una fuerte ventisca que bajo la
temperatura por debajo de los 0º. Además habíamos subido de los 400 metros de
la selva ecuatoriana a los 4300 m. de un tirón y el mal de altura nos afecto y
nos obligo a descender a la mañana siguiente.
Continuando hacia el sur paramos en San Pedro de Alausí para
hacer algunas compras, la mayoría de sus mujeres siguen vistiendo de forma
tradicional.
De aquí saltamos a Tambo y en una pequeña oficina de
información nos indicaron el yacimiento de Coyoctor.
Se trata de unas pequeñas ruinas del pueblo cañarí, que habitó
estas tierras entre 3500 a.C. al 1500 d.C. En ellas destaca las pilas de los
baños ceremoniales.
Muy cerca está el pueblo de Ingapirca.
Aquí se encuentra el yacimiento arqueológico más importante de
Ecuador.
Estas ruinas pertenecieron primero a los cañaris y después a
los incas, en un periodo comprendido
entre el 500 al 1532 de nuestra era.
Es un centro ceremonial donde destaca el templo al sol.
Estas ruinas exhiben uno de los mejores trabajos incaicos de
cantería.
Desde aquí damos un gran salto hasta la costa del Pacifico,
donde recalamos en Puerto Cayo. Veníamos con la idea de bañarnos pero hace casi
tanto frío como en el altiplano.
Descendiendo hacia el sur entramos en el Parque Nacional
Machalilla.
Donde se encuentra la playa de los Frailes, posiblemente una
de las más bonitas de Ecuador.
Puerto López es un pueblo pesquero, turístico y bullicioso,
sobre todo en la mañana cuando llegan los barcos de pesca con sus capturas.
Por la noche el paseo marítimo se ilumina, con sus numerosas
coctelerías y tiendas de regalos.
Pero el principal atractivo de toda esta costa, entre junio y octubre,
es el avistamiento de ballenas.
Las ballenas jorobadas o cantarinas llegan a las aguas cálidas
del Pacifico ecuatoriano, procedentes de los fríos mares del sur para el
apareamiento.
Donde escenifican una
serie de rituales de cortejo, por lo que es común verlas realizar piruetas
fuera del agua y agitar y dar fuertes golpes con su cola y aletas.
De regreso también pudimos ver una tortuga.
La carretera algunas
veces se asoma a la costa, mostrándonos playas espectaculares o pequeños y
pobres poblados de pescadores, dominado por un paisaje seco y árido.
Montañita es el destino turístico favorito de los jóvenes
mochileros.
Sus calles estrechas están repletas de tiendas, bares,
hoteles, albergues y restaurantes, y su vida nocturna atrae a estos jóvenes.
Terminamos nuestro recorrido por la costa en Salinas.
Es considerado el mejor complejo playero de Ecuador, sus
modernos hoteles y bloques de apartamentos lo convierten en el lugar predilecto
de los ecuatorianos acaudalados.
Antes de despedirnos de la costa nos acercamos a la
Chocolatera, el punto situado más a occidente de Ecuador en la península de
Santa Elena.
Esta pequeña reserva cuenta con una colonia de leones marinos.
Nos despedimos del Pacifico y nos dirigimos a Guayaquil, donde
dejamos en el aeropuerto a María que termina sus vacaciones.
También llega a su fin nuestro recorrido por Ecuador y nos vamos hacia la frontera con Perú.
Mapas del recorrido.
Filopensamientos y otras cosas…………….
A pesar de su reducida extensión (la mitad de España), Ecuador
es uno de los países con mayor diversidad geográfica y cultural.
En el oriente se encuentra la región selvática de tierras
bajas, donde todos sus ríos desembocan en el Amazonas.
En el centro el altiplano, dominado por los grandes volcanes,
donde vive la mitad de la población del país, con su capital Quito.
Al oeste la costa del Pacifico, más pobre, con pequeños
pueblos de pescadores y algunas playas de gran belleza.
Además sus gentes son amables y educadas, el país es más
limpio que sus vecinos y sus carretas son las mejores desde que dejamos
E.E.U.U.
La seguridad también contribuye a viajar por todo el país sin
ningún problema, hemos acampado en lugares solitarios y salvajes, junto a
lagos, ríos y montañas, con total libertad.
Y para los viajeros que nos desplazamos por nuestros propios medios
resulta muy atractivo el precio del gasoil, 0,27 euros/litro.
Es un país muy interesante, variado y atractivo.
Coincido. Ecuador es de lo más interesante que hemos recorrido en latinoamérica.
ResponderEliminarBesos
Una pena que no hayáis ido a Galápagos, donde tuvimos tantos problemas con el Calcetines. Yo si estuve allí en mi reciente viaje a Ecuador y me vinieron a la mente esos difíciles momentos que pasamos juntos.
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