martes, 16 de abril de 2019

El Salvador.



Desde lo alto del puente que nos da la bienvenida a El Salvador tenemos una estupenda foto del río Paz, que hace de frontera con Guatemala. Para los trámites aduaneros solo nos pidieron fotocopia de todos los documentos y sorprendentemente, no tuvimos que pagar nada.










Muy cerca de la frontera está el pueblo de Chalchuapa.




Donde se encuentran las ruinas arqueológicas de Tazumal, las más importantes de este país.







Aunque sus construcciones no son tan espectaculares como otras que hemos visto, su antigüedad las hace especiales, ya que abarcan un periodo entre el 1500 a.C. al 900 d.C.







Los arqueólogos han visto claras influencias mayas teotihuacanas y toltecas.







En la entrada hay un pequeño museo, que muestra algunas de las piezas encontradas en la excavación.







El jade era muy utilizado en collares, brazaletes y pendientes, como muestra esta representación.




Los sacerdotes cubrían con la piel de los enemigos al dios Xipe Totec.




Esta zona es conocida como la ruta de las flores.




Unos kilómetros después entramos en Santa Ana, la segunda ciudad en importancia del país.







Data del siglo XVIII y en sus calles se pueden apreciar algunos edificios coloniales como este abandonado colegio.




El centro de la ciudad es la Plaza de la Libertad, donde se encuentra la catedral.




Al otro lado de la catedral esta el teatro que destaca por su arquitectura santaneca.







Su concurrido y apretado mercado es lugar ideal para proveerse de fruta y verdura.




Ana aprovecho uno de sus salones de belleza para hacerse un corte de pelo por el precio de un dólar.




A 45 kilómetros de la ciudad en dirección sureste llegamos a las ruinas de la Joya de Cerén, una de las muchas aldeas prehispánicas que existían en el valle Zapotitán.







Aquí no estamos ante un centro ceremonial con sus grandes pirámides, sino ante un conjunto de modestas casas.




Alrededor del año 600 la erupción del volcán Laguna Caldera sepulto este yacimiento. En 1976 por casualidad, una empresa que preparaba la tierra para construir unos silos lo descubrió. A estas ruinas se las conoce también como la Pompeya salvadoreña.







Las casas están sepultadas por varios metros de cenizas volcánicas, entre ellas destaca esta que se cree que era la vivienda de un chaman.




El temazcal era un edificio utilizado para ceremonias y actividades de purificación, lo que hoy sería una sauna. Esto es una réplica.




De aquí nos dirigimos al norte para conocer el pueblo de Suchitoto. Su carretera no es muy transitada y los lugareños utilizan tramos de ella para secar el grano.










Este pueblo está declarado conjunto histórico de interés cultural por su arquitectura, sus calles empedradas y sus tejados de teja.




Esta zona estuvo habitada en tiempos precolombinos por los pipiles y fue la primera  capital San Salvador en 1528.







Como casi siempre ocurre, algunos hoteles tienen un gusto especial  en su decoración para evocar tiempos pasados.







Suchitoto se encuentra a orillas del embalse Cerrón Grande.




Continuando hacia el norte la ruta pasa por un paisaje de bosque nuboso, que se caracteriza por su gran humedad.







La última noche en El Salvador la pasamos en el pueblo de Citala, junto a la frontera con Honduras.










Mapas del recorrido.







Filopensamientos y otras cosas………..

El Salvador es el país más pequeño de Centroamérica, con 21.040 km2, una zona tórrida al norte del Ecuador, entre los 13º-14º de latitud Norte.

La mayor parte de su territorio la conforma una meseta a 650 metros de altitud, salpicada de volcanes, algunos de ellos los más impresionantes de Centroamérica. De hecho, el país está asentado en un tramo del famoso cinturón de fuego del Pacifico.

Como toda Centroamérica solo tiene dos estaciones, la seca de noviembre a abril y la lluviosa de mayo a octubre.

Las temperaturas son más cálidas en la costa y más suaves en las montañas.

La civilización salvadoreña se remonta al 15.000 a.C., los asentamientos más antiguos descubiertos datan entre 1500 a 1200 a.C., pertenecientes a los pipiles, lencas y mayas.

El 31 de mayo de 1522 el español Andrés Niño exploro el litoral salvadoreño del Pacifico.

En 1821 se firmo el acta de independencia de Centroamérica en el palacio de los capitanes de Guatemala, que comprendía desde Panamá hasta Méjico.

En 1841 El Salvador deja de pertenecer a la federación centroamericana y se convierte en estado soberano.


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