lunes, 11 de marzo de 2019

Méjico, la Rivera Maya y Belice



De las antiguas y tranquilas ruinas de Chichén Itzá nos zambullimos de golpe en la moderna y bulliciosa Costa Maya.







Cancún hasta 1970 era una isla arenosa con un pueblo de pescadores, hoy se ha convertido en el principal centro turístico de Méjico, lo visitan doce millones de personas al año.




Esta estrecha isla tiene una longitud de 28 km. repleta de hoteles, restaurantes y demás divertimento para los turistas y nos fue prácticamente imposible encontrar un sitio donde poder aparcar.







Solamente al final, donde la carretera se pega a la playa y no deja sitio para la construcción, queda una playa libre.







Buscando un sitio más tranquilo continuamos hasta Puerto Morelos.




Toda la costa está invadida por los sargazos, se cree que es debido a las altas temperaturas y la contaminación. Dejando las playas casi imposibles para el baño.




Continuamos hacia el sur bordeando la costa y dimos con la playa Xpu-ha, donde las corrientes marinas la mantienen un poco más limpia.







Al sur de la Rivera Maya se encuentra la ciudad de Tulum, famosa por sus playas y por un magnifico yacimiento maya.




Tulum significa “recinto o muralla” y las ruinas están rodeadas por un muro de piedra y se accede a ellas a través de un túnel.







Es un yacimiento maya tardío, que conoció su esplendor desde el 1200 d.C. hasta la llegada de los españoles.







El emplazamiento, sobre el acantilado, es espectacular con el templo al viento y el castillo dando al mar.




Se creía que el nombre original era Zama “amanecer” por su situación en la costa este y la alineación de sus edificios de poniente a levante.










Por las ruinas merodeaban tejones e iguanas.







En Alaska conocimos a una pareja de argentinos, Claudia y Gossy, que recorrían América en su camper. Les encanto Tulum y han construido unos coquetos apartamentos decorados al estilo tradicional de esta zona.




La alberca, como llaman aquí a la piscina, domina el espacio central rodeada de selva, que transmite una especial sensación de placidez y sosiego.







Con ellos recorrimos las playas y la zona hotelera de Tulum.







Son la cara opuesta de Cancún. Aquí no hay grandes hoteles ni masificación. Sus hotelitos son familiares, pequeños y con muy buen gusto.







El ambiente es hippy-chic, sencillo pero selecto.







Dejamos a nuestros amigos y seguimos hacia el sur. Nuestra próxima parada es en Bacalar, en la orilla del lago del mismo nombre.







Esta laguna también es conocida como la de los siete colores y en esta época, con las playas invadidas de sargazo, es una buena opción para el baño.







Sobre la laguna se encuentra el fuerte San Felipe, construido por los españoles para darle protección a la ciudad.




35 km. más al sur llegamos a la frontera con Belice. La salida de Méjico no tiene mayor complicación, lo único es que hay que guardar el pago por persona que se hizo a la entrada ya que hay que presentarlo a la salida para no pagarlo de nuevo.




El rio Hondo es la frontera natural entre Méjico y Belice.




Belice es anglosajona y se nota en el trato de dejadez y poca simpatía de los funcionarios. Además no está permitido pasar fruta, verdura, carne, huevos…….no por problemas sanitarios sino para que los compres en su país. Pero el registro no es muy exhaustivo, frigorífico y poco más.




Hacemos noche en Corozal que se encuentra a orillas de una amplia bahía azul lechosa que Belice comparte con Méjico.










Nos da la impresión que este país parece un poco más ordenado y limpio que su vecino. Sus casas de madera pintadas en colores pasteles resultan vistosas.













Nuestro paso por Belice es puramente de tránsito hacia Guatemala. Su atractivo  no está en su parte continental sino en sus arrecifes  y no tenemos tiempo para visitarlos.




El rio Belice nos acompaña los últimos kilómetros antes de llegar a la frontera.







En el pueblo Benque Viejo del Carmen esta la única frontera con Guatemala. Los trámites aduaneros no tuvieron mayor complicación, solo que te hacen pagar al salir 10 $ por persona.




Mapas del recorrido.







Filopensamientos y otras cosas………………………

La extensión de Méjico es más de cuatro veces España, así que la distancia entre los puntos de interés es bastante considerable y el estado de las carreteras, salvo algunos tramos de autopista, es bastante malo, agravado por los continuos y elevados topes o túmulos, llamados reductores de velocidad, que hay en todos los pueblos y que son una autentica pesadilla.

Con respecto a la seguridad no hemos tenido el más mínimo problema aunque siempre hemos acampado con precaución.

Tanto que habíamos oído de la corrupción de la policía, con nosotros, siempre se han portado correctamente después de recorrer 5.893 km.

La moneda mejicana es el peso que se cambia a 22 pesos por euro. El precio del gasoil se ha visto incrementado últimamente por una subida de impuestos y está un poco más caro que en E.E.U.U., la media fue de 0,92 euros/litro


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