Continuando hacia el norte son numerosos los cauces de ríos
que cruzamos.
Al caer la tarde una pequeña aldea nos sirve de refugio para
pasar la noche. Paseando por sus polvorientas callejuelas somos bien recibidos
pos sus gentes dedicadas a sus múltiples quehaceres.
Algunas montañas monolíticas se yerguen en estas interminables llanuras.
Estamos al final de la época seca y las mujeres para
abastecerse de agua están hasta bien entrada la noche, es tan poca la que queda que es casi barro.
Las coloridas telas africanas.
Ya próximos a la Isla de Mozambique paramos a comer cerca de
un molino de ñame, la base de la alimentación
en África.
Antes de entrar en la isla nos quedamos unos días en la playa
próxima, donde por azar fuimos a parar al resort de un español, que en estos
momentos permanecía cerrado.
La playa con la marea baja se llena de vida, los hombres
pescando y las mujeres y los niños recolectando cualquier cosa que sea
comestible.
La isla de Mozambique está unida a tierra por un estrecho
puente de tres kilómetros y medio, con acceso restringido solo a vehículos
ligeros.
Con la marea bajante accedemos andando por el puente, mientras
vemos marisquear y pescar a las gentes del pueblo.
La isla de Mozambique, Patrimonio de la Humanidad, es un
tesoro bañado por las aguas del Índico.
Sus casas nobles, sus palacetes medievales evocan el recuerdo
de un pasado lejano rico y prospero. Durante los siglos XIV y XV tuvo su auge con
el comercio de oro, marfil y esclavos entre
África y Oriente.
Aunque es Patrimonio de la Humanidad, la humanidad aquí se ha
gastado muy poco y su aspecto general es ruinoso y decadente.
De lo poco que hay reconstruido destaca el palacio del
gobernador, hoy reconvertido en museo y frente a él la estatua de Vasco de Gama.
Y el monumento a la puerta por donde los esclavos eran
embarcados.
Era paso obligado la visita a las Hermanas Franciscanas de la
Purísima Concepción, una orden fundada en Cartagena, que tiene su base en
Murcia, donde recoge muchos fondos para la ayuda en esta zona. La hermana
Antonia, natural de un pueblecito de la Alpujarra almeriense, tiene la
vitalidad y la fuerza de una adolescente y con su pequeña congregación lleva
adelante el internado de chicas, el hospital, los molinos de grano y la
perforación de nuevos pozos de agua.
La isla de Mozambique es uno de los lugares de mayor interés de
este país.
Cerca de esta isla pasamos unos días en la costa, donde
encontramos buen pescado y mejor marisco.
Los lugareños nos habían hablado muy bien de las playas de
Nacala y hacia allí nos dirigimos.
Esta costa está salpicada de islas y profundas bahías, entre
playas arenosas y manglares, donde
todavía el transporte se hace con las barcas tradicionales impulsadas por sus
velas latinas.
Siguiendo nuestra ruta hacia el norte, en esta pequeña aldea,
pedimos permiso a su jefe para pasar la noche.
Aunque es cierto que después de un año y medio África se
repite sistemáticamente, nos sigue gustando adentrarnos en su cotidianidad.
Estos hombres construyen una nueva choza a base de bloques que
se inicia desde las cuatro esquinas a la vez.
Otro tipo de construcción es entrelazando ramas y cubriéndolas de
barro.
Estos días, los cielos permanecen cubiertos y las temperaturas
se mantienen razonablemente templadas.
El asfalto desaparece sin que ya mostremos ningún signo de
extrañeza, sobre todo cuando nos aproximamos a las fronteras.
Así llegamos a Mocimboa da Praia
Aunque pensábamos relajarnos en una bonita playa, llegamos ya
de noche, al más bullicioso, sucio y maloliente poblado de pescadores.
Y aunque casi no nos dejaron dormir por el interés que
despertábamos, al amanecer la bahía se iluminó con los primeros rayos de sol,
dejándonos hacer unas bonitas fotos de su actividad pesquera.
Mapas del recorrido
Filopensamientos y otras cosas………….
Los vientos del monzón que soplan del noroeste
y del sureste, propiciaron el comercio entre la ciudad estado de la
isla de Mozambique y las costas de Arabia, el Golfo Pérsico y la India.
Entre los siglos XIV y XV la isla vivió su época dorada
gracias al comercio de esclavos, oro, marfil y madera que del continente salían
hacia los enclaves asiáticos, desde los cuales se importaban especias, cristal
y tejidos.
El comercio con oriente propicio la llegada de Islam y en el siglo XVI Vasco de Gama y el poderío luso llegó a la isla.
El comercio con oriente propicio la llegada de Islam y en el siglo XVI Vasco de Gama y el poderío luso llegó a la isla.
Me ha encantado Mozambique, especialmente la Isla de Mozambique, que no conocí cuando pasamos por allí -año 2010- por falta de tiempo. ¡Habrá que volver!
ResponderEliminarEstupendas fotos.
Buen viaje
Pepe Yanes
Por fin hemos vuelto a viajar...despues de un pequeño descanso. Me alegro de leer otra vez vuestros relatos.
ResponderEliminarUn abrazo